Depresión

La depresión es un trastorno emocional que afecta la forma en que una persona se siente, piensa y maneja sus actividades diarias. Va más allá de los sentimientos de tristeza momentánea y puede durar semanas, meses o incluso más. Las personas que padecen depresión suelen experimentar síntomas como pérdida de interés en actividades que antes disfrutaban, alteraciones en el apetito o el sueño, fatiga persistente, sentimientos de inutilidad o culpa, y pensamientos suicidas en casos graves.
 

En la terapia para la depresión, el objetivo es ayudar al paciente a comprender las raíces de sus emociones y pensamientos negativos, promover una visión más realista de sí mismo y del mundo, y utilizar herramientas prácticas para mejorar su estado emocional.

Trastornos de ansiedad

Los trastornos de ansiedad son una categoría de trastornos psicológicos en los que una persona experimenta un exceso de preocupación, nerviosismo o miedo, incluso en situaciones cotidianas. Esto puede incluir ataques de pánico, agorafobia, fobias específicas, y trastornos de ansiedad generalizada, entre otros. Los síntomas pueden incluir palpitaciones, sudoración excesiva, mareos, falta de aliento, y una sensación constante de estar al borde del colapso emocional.
 En la terapia para la ansiedad, se enseñan técnicas de manejo del estrés, como la respiración profunda, la meditación y la reestructuración cognitiva para reducir los pensamientos negativos y aprender a enfrentarse a los miedos de manera efectiva.

Crisis vitales y crecimiento personal

 Las crisis vitales se refieren a momentos de gran dificultad o cambio que afectan profundamente la vida de una persona. Esto puede incluir la pérdida de un ser querido, cambios importantes en la carrera profesional, problemas familiares, o incluso la reevaluación de la vida y los valores personales. Aunque estas crisis pueden ser emocionalmente dolorosas, también son una oportunidad para el crecimiento personal. El proceso de terapia en estas situaciones ayuda a las personas a encontrar un significado en su sufrimiento, aprender a adaptarse a los cambios y usar estos momentos para la reflexión personal y el desarrollo de una mayor resiliencia emocional.

Autoestima e inseguridades

 La autoestima es la forma en que una persona se valora a sí misma, y está influenciada por experiencias pasadas, creencias personales y las opiniones de los demás. Las inseguridades surgen cuando la persona tiene una visión negativa o distorsionada de sí misma, lo que afecta su confianza en sus habilidades, en sus relaciones y en su bienestar general. Las personas con baja autoestima pueden experimentar sentimientos de insuficiencia, incapacidad, miedo al rechazo y una tendencia a compararse constantemente con los demás. La terapia se enfoca en mejorar la autopercepción, enseñando técnicas de autocompasión y autovaloración, y ayudando a reconstruir una identidad positiva.

Duelos

La depresión es un trastorno emocional que afecta la forma en que una persona se siente, piensa y maneja sus actividades diarias. Va más allá de los sentimientos de tristeza momentánea y puede durar semanas, meses o incluso más. Las personas que padecen depresión suelen experimentar síntomas como pérdida de interés en actividades que antes disfrutaban, alteraciones en el apetito o el sueño, fatiga persistente, sentimientos de inutilidad o culpa, y pensamientos suicidas en casos graves.
 

En la terapia para la depresión, el objetivo es ayudar al paciente a comprender las raíces de sus emociones y pensamientos negativos, promover una visión más realista de sí mismo y del mundo, y utilizar herramientas prácticas para mejorar su estado emocional.

Problemas relacionales y dependencia emocional

Los problemas relacionales incluyen conflictos en las relaciones de pareja, familiares o de amistad, que pueden ser causados por falta de comunicación, expectativas no cumplidas o diferencias fundamentales. La dependencia emocional, por su parte, se da cuando una persona depende excesivamente de otra para su bienestar emocional, perdiendo su independencia y autoafirmación. En la terapia, se trabaja para mejorar las habilidades de comunicación, establecer límites saludables y promover una relación equilibrada, en la que ambas partes se sientan igualmente valiosas y apoyadas.

Autoexigencia

La autoexigencia se refiere a la tendencia a poner expectativas muy altas sobre uno mismo, a menudo con la creencia de que no se puede descansar hasta alcanzar la perfección. Si bien la motivación para lograr metas es positiva, la autoexigencia excesiva puede conducir a la frustración, el agotamiento y la ansiedad. En terapia, se trabaja para aprender a establecer metas realistas y equilibradas, a aceptar los errores como parte del proceso y a reconocer los logros personales, sin caer en la sobrecarga de expectativas.

Trastornos de ansiedad

Los problemas relacionales incluyen conflictos en las relaciones de pareja, familiares o de amistad, que pueden ser causados por falta de comunicación, expectativas no cumplidas o diferencias fundamentales. La dependencia emocional, por su parte, se da cuando una persona depende excesivamente de otra para su bienestar emocional, perdiendo su independencia y autoafirmación. En la terapia, se trabaja para mejorar las habilidades de comunicación, establecer límites saludables y promover una relación equilibrada, en la que ambas partes se sientan igualmente valiosas y apoyadas.

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